Por: Cuco
Los pasajeros del avión escucharon la voz de la sobrecargo anunciando el próximo aterrizaje. A lo lejos, se apreciaban las luces de Harlingen, pequeña población del Valle de Texas. A bordo de la nave, una familia mexicana regresaba de St.Louis Missouri a donde había asistido a una celebración matrimonial.
En el aeropuerto recogieron su automóvil y se dirigieron al cruce fronterizo para internarse en suelo mexicano, pero lo noche había avanzado y el estómago reclamaba. Las calles de la pequeña ciudad lucían desiertas. De pronto apareció un anuncio luminoso: TOGO. Detente, gritó el mayor de la familia, lleguemos a cenar en ese restaurant chino. ¡Es japonés! – corrigió una de las damas y es una cadena, pues he visto su anuncio en otras partes.
Otra de las viajeras, más versadas en los laberintos del lenguaje, aclaró:Están equivocados, es TO GO.
Pinceladas en el lienzo de dos culturas que tratan de entenderse.